Rosor Foret es toda una profesional en el mundo del audio. Locutora homologada por la Corporació Catalana de Mitjans  Audiovisuals (CCMA), está licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y posgraduada en Locución en la IDEC (UPF). Su formación también se ha complementado con varios cursos de interpretación y trabajo sobre la voz en centros reconocidos internacionalmente, como la EÒLIA. Además, cuenta con una amplia experiencia en el sector y está especializada en narraciones infantiles, corporativos y publicidad.

Como locutora, colabora habitualmente en el programa 30 Minuts de TV3, La Xarxa, Storytel o Spotify y trabaja para estudios y agencias nacionales e internacionales.

Como docente, ha impartido clases en el Posgrado de Locución en Radio y Televisión de la IDEC, ha trabajado en el departamento de Música de Gestmusic, como periodista en Betevé y como responsable de comunicación de la Fundació Setba de Barcelona.

En el año 2015 impulsó el proyecto Locutors Catalans, el primer banco de voces online en lengua catalana. El Banco ofrece un servicio de locución para empresas del sector cultural, turístico y audiovisual.

Hoy nos explica como es el mundo del audio y, en especial, como lo vive una profesional como ella.

 

¿Por qué elegiste el camino de la locución?

Fue completamente casual. Trabajaba a BTV (ahora Betevé) e hicimos un par de cursos de locución. Se me daba bien, así que desde detrás de la cámara me fueron empujando hacia adelante, para poner cara y voz a las noticias. Me gustó, por eso decidí hacer un posgrado de locución y doblaje en el IDEC-UPF. Y a partir de aquí, he ido haciendo trabajo de hormiguita y me he ido abriendo camino en este mundo apasionando y difícil.

¿Qué cualidades ha que tener una voz para producir podcasts o cualquier otro contenido de audio online?

Hay voces que son bonitas “de nacimiento”, esto o se tiene o no, pero todas se pueden trabajar. Desde mi punto de vista es más importante cuidarla, tener una buena técnica, el aparato fonador tonificado, una buena dicción y conocimientos del oficio, que no una voz espectacular. A pesar de que es nuestra carta de presentación y si gusta al oído tienes muchas más puertas abiertas, esto no se puede negar.

¿Qué es lo más importante a la hora de grabar este tipo de contenido?

Conocer el proyecto, el público a quién va dirigido, entender el mensaje… La voz tiene muchos matices, muchas posibilidades, es un instrumento poderoso. Por eso es fundamental dominarla para poder darle una determinada intención, optar por un tono u otro, por un nivel de proximidad menor o mayor, etc.

¿Y el más difícil?

Capturar la atención del oyente. La teoría es fácil: no caer en cantilenas, darle dinamismo a las piezas, entender lo que dices y no activar automatismos… pero lo difícil es aplicarlo, sobre todo en textos largos.

Y si hablamos de “géneros” el más difícil es la publicidad. Sin duda. Pero también el más interesante. Se tiene que decir tanto en tan pocas palabras a veces, que es un trabajo muy potente, se tiene que saber mucho.

¿Cómo te preparas la grabación de los audios?

Lo primero que hago es el calentamiento de voz y de cuerpo (por las mañanas la voz no sale, porque estás «más empanado», y se tiene que estirar, yo soy de las que prefiere grabar por la tarde). Después leo el texto, marco lo que me parece más importante, los puntos “difíciles” como palabras complejas, frases muy largas… Cuando lo tengo todo a punto grabo unas líneas y me escucho, hasta que encuentro el tono, el ritmo, hasta que la voz se pone en lugar. Y cuando está todo alineado, empieza la grabación de verdad.

¿Cuál es el proyecto más interesante en el que te has embarcado?

Desde hace un año colaboro en un proyecto educativo fantástico que se llama Innovamat. Se trata de una iniciativa que replantea la enseñanza de las matemáticas en las escuelas, aprovechando todas las herramientas, recursos y estrategias de que disponemos hoy en día: aplicaciones, vídeos, guías y cuadernos, materiales manipulativos… El material didáctico ha sido elaborado por expertos de alto nivel en diferentes disciplinas como las matemáticas, la pedagogía, la ingeniería y el diseño. Y yo pongo las voces, todas. Me encanta y creo que es una oportunidad muy buena para aprender, ¡además de ser un proyecto potentísimo!

Otro de tus proyectos más importantes es Locutors Catalans. ¿Cómo empezó?

Cuando me aventuré en este mundo como profesional, descubrí que en los Estados Unidos, Canadá, Latinoamérica y muchos países de Europa hay agencias que representan locutores, empresas dedicadas a la gestión de proyectos de voz. Vi que en el extranjero los profesionales están asociados, ¡hay incluso unos “Oscars” de la locución! Aquí no había nada. El doblaje sí que era y es una industria fuerte, pero no había prácticamente ninguna agencia que aglutinara locutores y ofreciera este servicio en Cataluña (y pocas en España). Por eso decidí impulsar Locutors Catalans, de entrada para ofrecer servicios de locución y doblaje en catalán, pero ahora también en otros idiomas. Además, ofrecemos servicios lingüísticos de forma complementaria, porque son dos caras de la misma moneda en muchos de los proyectos que llevamos.

¿Por qué piensas que cada vez la gente consume más este tipo de contenido?

Porque somos muy digitales, las pantallas ocupan gran parte de nuestro día a día (y el de las nuevas generaciones más todavía). Y esto ha favorecido esta eclosión de la creación de contenidos, porque los consumimos a puñados, sea en imagen, audio o vídeo. Y además, además del consumo en ocio, el entorno digital nos permite crear herramientas didácticas muy ricas y útiles.

¿Qué futuro piensas que le espera al mundo del audio online?

Hay mucho camino para explorar y cosas preciosas para hacer, ¡esto apenas empieza!

En los Estados Unidos, por ejemplo, los audiolibros o el podcast ya hace tiempos que han irrumpido y tienen muchísima fuerza. Aquí estamos en una fase embrionaria. Cuando os conocí, escuché las audioguias que hicisteis para La Pedrera (entre otros) y son una maravilla. Este es el camino, la elaboración de contenidos de calidad. Y, si no nos sustituyen por voces sintéticas, creo que tenemos mucho recorrido a hacer juntos, los locutores y las empresas de creación de contenidos y marketing digital.