«Loving Vincent» es tecnología hecha a mano
Hoy se estrena en nuestras pantallas la gigantesca obra de artesanía digital Loving Vincent. “La primera película realizada a óleo de la historia” llega a España avalada por el éxito obtenido en otras latitudes.
Ganadora en los pasados Premios del Cine Europeo, nominada a los Globos de Oro y presente en la shortlist de los Oscars, la magna obra de los directores Dorota Kobiela y Hugh Welchman es fruto de, ni más ni menos, que siete años de minucioso trabajo. Algo inaudito en tiempos acelerados que demandan resultados (y éxito) inmediatos.
Loving Vincent relata la vida y la muerte de Vincent van Gogh a través de su universo pictórico. Sus imágenes parten de paisajes pintados por el artista y reproducen su pincelada y estilo impresionista, imprimiendo a la animación una calidad casi material. “No podemos expresarnos mejor que a través de nuestros cuadros”, decía el artista, y esta premisa ha guiado el trabajo del equipo de la película.
Las cifras de Loving Vincent hablan por sí solas: 65.000 cuadros pintados al óleo sobre lienzo y animados posteriormente; un equipo (sólo dibujantes) de 125 artistas, y más de 5 años de trabajo. Además, participaron también actores para rodar escenas reales con fondo de croma que posteriormente servían de modelo a los pintores. Todo ello sin ningún efecto especial y recreando, además, hasta los minúsculos errores de van Gogh (¿serás capaz de ver el pequeño cameo del mosquito?).
Más cifras: tras devorar 40 libros sobre el pintor; visitar 19 museos y admirar unos 400 cuadros, los autores dicen tener “la película que querían”. Kobiela y Welchman hablan de “una pausa al bombardeo de imágenes digitales de los últimos años” y se sienten orgullosos de las imperfecciones y pinceladas que se aprecian en la película. Ha sido el “método cinematográfico más lento jamás ideado”, en sus propias palabras, que traslada al espectador dentro de La noche estrellada, El café de noche y un centenar obras más.
Una carta de amor a van Gogh que, creen, agradaría al propio pintor. Y que, una vez más, resulta una extraordinaria combinación de talento y una pizca de tecnología al servicio de la cultura.
Veremos la respuesta del público a partir de hoy mismo. Artesanía digital ya en cines.